El retraso temporal del comienzo de proyecto de RDC, entre otros aspectos, les ha dificultado el desplazamiento a las zonas de actuacion. Por el mismo motivo, tampoco he podido viajar a Boulembé para conocer el terreno y sobre todo para tener los primeros contactos con la poblacion refugiada.
Por fin pudimos desplazarnos al lugar y acompagnadas de los representante de ACNUR y de la Cruz Roja hicimos una pequegna visita a Boulembé. Al llegar, la sensacion que tuve era que la ciudad estaba dividida en dos por la carretera; pero claro sin haber andado ni un paso desde que baje del vehiculo era muy arriesgado confirmar esa sensacion.
Nada mas llegar, gracias a nuestros acompagnantes pudimos localizar
rapidamente al jefe local de Boulembé, el cual nos mostro su aprobacion y
su gratitud con una gran sonrisa y un buen apreton de manos.
El representante de la poblacion refugiada se encontraba en la Mezquita, asi que aprovechando que nuestra segunda visita debia retrasarse un poquito, cruzamos la carretera y nos adentramos en el mercado. Como era sabado el mercado era bastante mas grande que otro dia y estaba rebosando de personas que compraban y vendian todo tipo de productos, aunque sobretodo alimentarios de primera necesidad. A pesar de ello no logramos pasar desapercibidas entre la aglomeracion. A veces tantas miradas hacia a una misma, hace que me sienta un poco intimidada, pero bueno, pienso que llegara un momento en el que se acostumbraran y pasaran un poco. Pudimos ver algunos puestos de chandals, que seguro habian hecho hueco entre los tenderetes de telas tradicionales, tambien puestos de frutas, de candados, zapateros, minifabricas de harina de mandioca (era una imagen divertida pues tanto las personas que trabajaban en ellas como las que iban a comprar tenian la cara llena de harina), muchas verduras, cubos de dulces caseros...
Recinto escolar. A lo lejos, unas construcciones azul y blancas componen el colegio. Se ven muy lejanas pero asi podeis ver el recinto completo.
Tras el mercado se encontraba el recinto del colegio. ACNUR y la Cruz Roja fueron los encargados de construir las instalaciones educativas y sanitarias. Junto a nosotras, viajaba tambien el futuro arquitecto de las instalaciones deportivas, que muy orgulloso nos mostraba el cole que habia disegnado y las estructuras del centro de salud. Estan pintados de azul y blanco y me pregunto si es por casualidad o es por que son los colores de ACNUR...
Y tras el recinto hospitalario se levantaban unas altas matas de una especie de margaritas amarillas que me recuerdan a la Jara, no por la similitud, sino por que me han acompagnado a lo largo de todos los trayectos de carretera en Camerun y aparecian salteadas entre la espesura verde como las Jaras hacen en Extremadura... solo que el verde es algo menos chillon y las matas son menos frondosillas, jejeje. En las fotos podeis ver las vistas de la carretera donde se ven algunas de poblaciones Bantù, la vegetacion y las famosas "Jaras Camerunesas"
A partir de alli, se encuentra el terreno que tanto el jefe de Boulembé como el jefe de la poblacion refugiada han decidido optimo para las construcciones deportivas y alli sera donde en un futuro trabajaran los futuros monitor@s que se formaran con nuestro proyecto, fomentando actividades deportivas, recreativas, educativas y de integracion.
Regresando del recinto hospitalrio tuvimos una panoramica de las casas de la poblacion refugiada. Datos como esos son los que hacen que la sensacion de la ciudad dividida en dos sea mas fuerte.
Como podeis ver en la foto las casitas, no son tan "-itas" como la inculta turista europea (de la que ya os he hablado en antiguas entradas) se imaginaba. Es muy curioso, por que claramente es un asentamiento de refugiados un tanto atipico: en vez de vivir en campamentos aislados viven en viviendas familiares en plena convivencia con la poblacion del pueblo de acogida y comparten sus tierras y recursos.
Como mi compi de viaje se encontraba en una reu mobil, ya que se realizaba mientras nos ibamos desplazando por el terreno, intente "captarme" con las casitas detras... solo tenia un intento por que la comitiva avanzaba rapido asi que justo, justo, justo lo que mi cabeza tapa es el comienzo de las casas.
Nuestras visitas oficiales terminaron cuando un chico que traducia del frances al fulfuldé nos transmitia la alegria que al jefe de la poblacion de refugiados le causaba el saber que pronto su gente tendria unas instalaciones deportivas y tras unos buenos apretones de manos que despues se llevaban al pecho en segnal de carigno. En poblaciones como la saharaui este mismo saludo lo hacen con personas muy cercanas y muy queridas... quizas sea en toda la comunidad musulmana.
Fdo: Pura Ventura Rebollo
No hay comentarios:
Publicar un comentario